CONOCIENDO PRINCIPIOS VITALES DE LA PARASITOSIS INTESTINAL
Dr. Carlos Alberto Rau

  Usted puede bajar este artículo en PDF


El haber sido elegido el profesional medico del mes por Dr. Web me llena de orgullo y de responsabilidad, y es por eso que quiero llegar a todos mis colegas y profesionales de la salud y afines con esta CARTA ABIERTA escrita no desde las yemas de mis dedos sino desde el corazón , para los que no me conocen quiero expresarles que hace alrededor de 38 años que me dedico a la parasitosis intestinal humana, tiempo mas que suficiente para saber casi todos los recovecos , donde se esconden y desde donde dan una lucha sin cuartel , sobre todo para los pacientes o colegas que no están informados solidamente sobre esta patología.

ESTRAGOS Y CONSECUENCIAS PARASITARIAS

Hace mas de 35 años que Dios me iluminó para así recrear, reordenar y redescubrir connotaciones muy particulares en el mundo de la parasitología humana. Es muy sabido, y la historia de la estupidez humana está plagada de estos desaciertos o incongruencias ,cuando una persona se aleja o aparta de los cánones clásicos u ortodoxos inexorablemente va a tener problemas con sus congéneres. Cuando Marconi le comentó a sus mejores amigos que había creado un sistema para poder comunicarse a través del éter, éstos lo llevaron a internar a un psiquiátrico; cuando Morgagni proclamó que el hombre y la mujer tenían el mismo número de costillas, fue juzgado por hereje; cuando el Dr. Harvey descubrió y describió la gran circulación cardiaca fue echado de los claustros universitarios, con el mote de “El Circulador”. Paul Tabori relata en su libro (de 350 páginas) un sin número de estos acontecimientos, para finalizar diciendo: “Sabemos ahora que la estupidez es un problema de carácter médico y por consiguiente es curable, suponiendo naturalmente que alguien quiera ser curado. Algunos nacen, otros alcanzan ese estado y hay individuos a quienes se les adhiere, pero la mayoría son estúpidos, no por influencias de sus antepasados o sus contemporáneos. Es el resultado de un duro esfuerzo personal”. El comienzo de mis investigaciones fue muy solitario y triste, muchas veces llegué al desconcierto, pero la Fe aliada con la intuición y la perseverancia comenzaron a  develarme ese mundo inverosímil.

Días, meses, años de observación, recopilación de datos, estadísticas severas, interrogatorios exhaustivos, fueron dando a luz esta filosofía o nuevo enfoque de la parasitosis humana. Hubo mucha gente que aplaudió y alentó mi camino e infinidad de detractores (mucho de ellos colegas) me invitaron a abandonarlo, alegando que lo que expresaba no tenía sentido y que veía “bichos” en todos lados. Mi intención no es culparlos, sólo advertirles que ese camino existe, que observen, investiguen, prueben; muchos de los actos médicos que realizamos, los hacemos hoy en día empíricamente; entonces, si no son obtenidos buenos resultados con los tratamientos convencionales que se instituyen, si la persona tiene el Si.Pa (explicado más abajo), si realizamos los estudios parasitológicos y se detectan parásitos, si los tratamos y se sanan, entonces ya estará armado el “rompecabezas” y podremos decir una vez más, junto al paciente agradecido: “eran los bichos”.

Con respecto a los estudios parasitológicos, quiero decirles que si no se realizan técnicas muy específicas, es muy posible que den negativos, lo cual provoca una confusión extrema.

En algunos casos es necesario recurrir al sondeo gastroduodenal, a punciones biopsias, a raspado de la mucosa rectal, etc., para alcanzar casi el 100% de positividad.

A través de tantos años muchos de Uds. conocen mi verdad, varios colegas se han acercado a escucharme y algunos se han transformado en discípulos predilectos; de entre los cuales quiero destacar a los Dres.: CARLOS ALBERTO FINOCHIARO, CARLOS LUIS PERINI, y DIEGO BERNARDO MOLINA .                                                           

Quiero agradecer a mis pacientes cuya sintomatología atípica y sufrimientos llegaron a despertar en mí, ansias de investigar y recopilar los datos que hoy puedo volcar en esta nota, sin dejar de mencionar a mi consecuente colaboradora, mi esposa María Delia.

 A todos ellos les doy las gracias por haber creído en mí.

Es mi intención como presidente de la “Fundación Parasitológica Argentina” el comunicar explícitamente la acción dañina de los parásitos en la salud humana y en una forma lo más sencilla posible.

Uno de los mecanismos más importantes de contagio es a través del agua contaminada, cuando le refiero esto a algunos pacientes me contestan que ellos toman “agua mineral”, y yo les pregunto si se bañan con agua mineral, si se lavan los dientes con agua mineral y si la señora lava la lechuga con agua mineral; como ven el agua no solo entra al organismo a través del vaso.

Es preciso que todos; la persona enferma y aquellas aparentemente sanas que se consideran ajenos a esta problemática conozcan un poco más sobre el tema.

Coincidentemente, alerta la O.M.S. (Organización Mundial de la Salud): la Parasitosis integra cinco de las seis enfermedades de mayor influencia en la salud de la población.

Debemos, los médicos en especial, hacer todo lo posible para que no se registren, cifras significativas del tenor del 50% de población infantil afectada en la Argentina por parásitos, o como para que tan solo diez de las muchas parasitosis que asuelan al mundo, dejen de provocar un saldo de mil trescientos treinta y cinco millones de afectados por año y dos millones quinientos dieciséis mil muertos, también por año, en el mundo, según cifras publicadas por la O.M.S.

En una reunión científica llevada a cabo en Mar del Plata sobre la especialidad, el en ese entonces secretario de la Sociedad Latinoamericana de Parasitología, profesor Luis Wagner, alertó sobre la urgencia en “atacar un problema que afecta a más del 50% de la población infantil del país”. Efectivamente, millares de lactantes mueren por parasitosis, que ataca a más de dos millones de argentinos. Tan solo en la provincia de La Rioja, el índice es del 70 por ciento de niños afectados y, en Buenos Aires, del 20 por ciento. Si tomáramos conciencia, como oportunamente dijera el Dr. Eduardo Cueto Rua, que cuando “se habla de contaminación automáticamente se piensa en el desastre de Chernobyl, ocurrido a más de 20 mil kilómetros, sin recordar que todos los días van a parar al Río de la Plata 4.000 toneladas de materia fecal y que los perros depositan diariamente otras 200 toneladas en las veredas del Gran Buenos Aires”, seríamos más sensatos y abrigaríamos una real estrategia para la prevención y el tratamiento de las parasitosis. Si no ponemos freno a esta situación que conduce irremediablemente a una mala salud, desnutrición, problemas de crecimiento, retrasos mentales, alto ausentismo en las empresas; estamos fomentando, tener en el futuro, una Nación Bonsai.

También cabe agregar que, “en la Argentina sólo el 67% de la población cuenta con el servicio de agua potable y el 37% con servicios cloacales, lo cual pone al país, según la O.M.S., en el 14º y 19º lugar respectivamente en toda América Latina”.

“La falta de agua potable afecta a más de 10 millones de argentinos”.

“Con respecto al saneamiento cloacal en el puesto 19º estamos antepenúltimos, dato éste que es utilizado internacionalmente para medir el grado de bienestar de la población.

Las enfermedades de transmisión hídricas (entre ellas las parasitosis) son la segunda causa de ingresos en los Hospitales Públicos”.

“La tasa de mortalidad infantil está muy relacionada a la falta de un sistema de agua potable, las provincias con menor servicios sanitarios son las que tienen más alta mortalidad infantil”.

Todo lo antedicho sirve para realzar una vez más la importancia que tienen los cuadros parasitarios que son tomados por muchos pacientes como algo sin importancia y que algunos colegas creen que es historia antigua, y que sólo existen en países subdesarrollados o en lugares marginados e inhóspitos.

Para que alguna vez podamos; no se si erradicar, pero sí disminuir muy significativamente la parasitosis deberemos ser más creativos, eficaces y eficientes en nuestro cometido, dejar de ser papagayos; es decir, sólo plumaje y hermosos colores que sólo repiten lo escuchado.

FRECUENCIA MUNDIAL DE LAS INFECCIONES PARASITARIAS  

Parasitosis número de personas  número de casos anual número de muertos por año
Amebiasis 400.000.000 1.500.000 30.000
Filariasis 250.000.000 2.000.000 ?
Gardiasis 200.000.000 500.000
Esquitosomiasis 200.000.000 20.000.000 500.000
Oncocercosis 30.000.000 500.000 50.000
Enf. de Chagas 20.000.000 1.200.000 60.000
Leishmaniasis 12.000.000 1.200.000 5.000
Enf. del Sueño 1.000.000 10.000 5.000
Zoonosis parasitarias 70.000.000 ? ?
Triquinosis 38.000.000 ? ?
Hidatidosis 1.000.000 ? ?
Hymenolepiasis  20.000.000 ? ?
Teniasis y Difilobotriasis 50.000.000 ? ?

Cálculos aproximados de la frecuencia de infecciones parasitarias en el mundo, dan cifras superiores a cuatro millones de personas infectadas, de las cuales, por lo menos, la décima parte enferma anualmente a causa de ellas y un número estimado en un millón de pacientes, pierde la vida.

Las infecciones parasitarias constituyen indicadores sensibles de los factores ecológicos, y en particular, de aquellos derivados del ambiente natural o de las modificaciones introducidas por el hombre (industrias, represas, carreteras, basurales, cultivos agrícolas y proyectos pecuarios, deforestación, contaminación de aguas, suelos y atmósfera, etc.).

Estas infecciones presentan algunas características generales comunes que se pueden resumir así:

a.- Afectan a individuos de todas las edades, pero especialmente a los infantes, a los niños y a los adultos jóvenes de ambos sexos en las etapas de mayor productividad.

El desarrollo físico y mental de los niños se perturba, lo cual los marcará para toda su vida.

b.- Tiene la característica de infecciones familiares. El caso clínico que consulta al médico, muchas veces representa el indicador de la infección en otros miembros del grupo familiar.

c.- Producen escasa sintomatología o ésta es atípica o atenuada. En general, las infecciones asintomáticas predominan más que los casos clínicos típicos. Consecuentemente, sólo se hospitalizan los pacientes de mayor gravedad. La mayoría de las infecciones son atendidas en ambulatorios o consultorios externos. Por lo tanto, la casuística hospitalaria no representa la verdadera situación epidemiológica de la comunidad.

La malnutrición proteíno-energética deprime las respuestas inmunocelulares de los huéspedes e influye en la evolución clínica.

d.- Prevalecen en áreas rurales o suburbanas, desprovistas de agua potable y alcantarillado. Se trata de poblaciones, por lo común, carentes de atención médica y sin infraestructura básica ni sanitaria, que viven de faenas agrícolas que realizan con procedimientos anticuados y cuyo rendimiento es pobre.

A menudo, se comprueban infecciones por varias especies de parásitos o asociadas a microbios y virus, con la consiguiente influencia en la acción patógena.

e.- Prevalecen en individuos de escasa cultura o en proceso de aculturación o transculturación, y cuya ignorancia en instrucción básica y sanitaria los induce a practicar acciones o hábitos perniciosos para su salud y la de sus semejantes.  

f.- La atención médica insuficiente y la falta de laboratorios de diagnóstico parasitológico determinan que pasen inadvertidas, y consecuentemente, que no se registren en la información estadística de morbilidad y mortalidad.

En general, las autoridades sanitarias, presionadas por otros problemas  aparentemente de mayor gravedad o urgencia, tienden a despreocuparse de las infecciones parasitarias y no conceden suficientes recursos para su diagnóstico y control.

En síntesis, pobreza, vivienda insalubre, ignorancia, carencia de atención médica, mala nutrición,  hábitos perjudiciales, constituyen los factores antropológicos, sociales y humanos esenciales para las endemias parasitarias, las que a su vez repercuten en el deterioro de la calidad de vida de las poblaciones.  

BIBLIOGRAFÍA

Modern Parasitology ( edited by f.e.g.cox , second edition )

Microbiología y Parasitología Humana Dr Romero Cabello

Diagnostico Parasitológico de Shore Garcia-Ash

Infecciones Entericasde Leon Mizrahi M y Onofre Muñoz H.

Madical Parasitology de Markell-Voge-Jhon  (séptima edición )

Parasitología Medica deJ.W. Beck y J.E. Davies ( tercera edición )

Bases Da Parasitología Medica  de Luis Rey ( guanabara )

Parasitología Clínica de Atias –Neghme ( tercera edición )

Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud), Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo (iied); los problemas ambientales en las  áreas urbanas de la Argentina, 1998    

Greenpace, la contaminación acuática en  Argentina, 1998.

Información de prensa cedida por el Concejal Gustavo Cóppola (idepo/iu), HCD de la Ciudad de Buenos Aires.

Entrevistas y fuentes propias.